Anchor Markets Blog

Transporte marítimo: ¿La gallina de los huevos de oro?

Escrito por Josep Duran | Sep 6, 2021 7:00:00 AM

El encarecimiento del transporte marítimo es una de las principales preocupaciones de los importadores ahora mismo. Esta alza de los costes también está repercutiendo en los bienes de consumo, con subidas de precios generalizadas que, de mantenerse en el tiempo, se traducirán en inflación.

Los costes de transporte marítimo de contenedores se han multiplicado por 5 desde el año pasado.

Como consecuencia, esto ha beneficiado a las empresas del sector, que han visto aumentar sus ingresos de una forma significativa. A su vez, su valor en bolsa se ha disparado:

Aunque la línea gris parezca plana, el S&P 500 ha crecido casi un 30% desde el año pasado. Esto es una cifra muy buena si tenemos en cuenta que, en media, el S&P 500 ha dado un 10% anual, aproximadamente.

En cambio, estas empresas de transporte marítimo, en promedio, han subido un 590%. Es decir, si hubiéramos invertido 10.000€ en una cesta de estas empresas, ahora tendríamos casi 70.000 €. Para tirarse de los pelos.

¿Les queda más recorrido en precios o ya está todo descontado?

El apogeo del cuello de botella en el transporte marítimo parecería estar llegando a su fin. Se espera que, a medida que la situación se normalice, es decir, el boom de demanda durante el 2Q 2021 y el 3Q 2021 afloje, los costes de los fletes se relajen.

No obstante, aún hay disrupciones en las cadenas de producción y las nuevas variantes del virus de Covid-19 pueden llevar al cierre de algunos puertos en Asia y mantener los costes del transporte elevados, por lo que el panorama es aún incierto en el corto plazo.

Multiplicar por 7 la inversión en un año ya es un rendimiento excepcional. Cualquier inversor estaría más que contento si puede realizar obtener esta rentabilidad anual una vez cada quince o veinte años.

Por lo tanto, desde un punto de vista individual, lo cauto sería ir retirando posiciones en estas empresas si es que estamos en ellas. Vigilemos que la avaricia no rompa el saco.