El sector inmobiliario ha sido uno de los mas golpeados por la pandemia. El comercio electrónico y el 'work from home' son probablemente las dos tendencias más fuertes que han surgido durante el año del covid, y lo han hecho en detrimento de las tiendas físicas y las oficinas, respectivamente.
Esto ha lastrado el rendimiento de los activos inmobiliarios a nivel general, que recién a partir de 2021 parecen empezar a mostrar señales de recuperación. Como siempre, aquí aparece la gestión activa como factor clave para saber diferenciar los tantos, ya que el Real Estate es un mundo en si mismo y no tienen por qué pagar justos por pecadores.
El crecimiento exponencial del e-commerce y la conectividad por ejemplo, han disparado la demanda de naves industriales, data centers y torres de telecomunicación, por lo que consideramos que estos sectores del Real Estate se consolidan como una apuesta estratégica para el futuro.
Sumado a esto, según datos de S&P, en Q4 2020 los REITs informaron una mejora secuencial en la recaudación de alquileres (por encima del 90% - en comparación con el 80% durante el punto más bajo de la recesión). Teniendo en cuenta que los índices inmobiliarios no han recuperado los niveles previos a la pandemia, no se debe descartar una asignación táctica en las carteras hacia este tipo de activos.