Parte del optimismo desatado en las bolsas por las buenas noticias de la vacuna se ha manifestado en forma de flujos de inversión hacia la renta variable.
Como vemos en el gráfico, después de las grandes salidas de este año, el mes de Noviembre ha sido especialmente bueno para la renta variable.
Los inversores, optimistas por la vacuna, el resultado de las elecciones americanas y el crecimiento en Asia, han optado por aumentar el riesgo en sus carteras antes de que acabe el año.
Está por ver si esto solamente es flor de un día y hasta cuándo estos niveles de flujos son sostenibles en el futuro ya que, a la vista del optimismo global, uno siempre corre el riesgo de ir con la manada y subirse a la ola cuando ya es demasiado tarde.
De todas formas, el respaldo de los bancos centrales tanto a la economía real como a la economía financiera a uno le hacen pensar que esa ola a la que muchos inversores se han subido ahora es surfeable durante un periodo de tiempo sostenible, al menos en el corto plazo.