Las sesiones turbulentas en los mercados siempre nos dejan conclusiones interesantes. En este caso, el mes de enero ha sido muy malo no solo para los activos de riesgo, sino para casi todos los activos del mercado: hemos visto caídas en las bolsas y subidas de tipos en la renta fija.
Esto ha desencadenado un sentimiento de pánico en algunos inversores, sobretodo en el mercado de renta fija cotizada más arriesgada, donde vemos que se ha puesto en marcha una huída en manada:
Efectivamente, en enero han salido más de 11.000 millones de euros del High Yield Americano, una cifra muy alta si la comparamos con el promedio de la categoría, que suele rondar los 2.000 millones de euros.
El High Yield Europeo también ha sufrido, aunque no tan pronunciadamente com el americano: la cifra ha rondado los -500 M de euros de salidas.
En un evento de stress de mercado, la liquidez juega un papel crucial. Pese a las grandes salidas de flujos, "solo" hemos visto como la rentabilidad del High Yield del año pasado (cercana al 3%) se evaporaba durante el mes de enero. Con las tasas de default en mínimos y los spreads muy apretados, cualquier excusa es válida para salir huyendo de un activo que no ofrece la mejor relación rentabilidad-riesgo.