Hay dos formas de remunerar al accionista: dividendos y reinversión de beneficios en la propia empresa.
Está claro que, si buscamos rentabilidad por dividendo, Europa es el lugar donde invertir.
Actualmente, la rentabilidad por dividendo en el viejo continente es cercana al 3%.
De todas formas, hemos de tener en cuenta la sostenibilidad del dividendo en el largo plazo.
Si la empresa destina una gran parte de sus beneficios a repartir dividendos, significa que no está reinvirtiendo en su negocio, y eso puede repercutir negativamente en la cotización de la empresa.